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MEDIDAS DE SEGURIDAD COVID  ADOPTADAS EN NUESTRO GIMNASIO

Uno de los grandes males que aquejan a nuestra sociedad de hoy en día es el sedentarismo, un factor de riesgo que se extiende desde edades infantiles hasta edades avanzadas. 

En el caso de personas de edad avanzada supone un factor de riesgo aún mayor dado que con la edad y la pérdida de capacidades se tiende a un mayor sedentarismo y estilo de vida contemplativo, sobre todo si esta persona no ha practicado actividad física anteriormente. 

Evaluar la condición física de cualquier persona es un indicador fiable de salud y esperanza de vida por lo que prescribir planes de entrenamiento en personas de edad avanzada que se centren en desarrollar la fuerza, la capacidad aeróbica y la flexibilidad supone una herramienta importantísima para reducir el riesgo de muerte tanto por factores cardiovasculares como por cualquier causa, sin tener en cuenta todo el ahorro social y sanitario.

Así pues estas personas deben centrarse en entrenamiento de fuerza y aeróbico y mejorar o al menos mantener la flexibilidad.

¿Cual es la dosis ideal de cada tipo de ejercicio?

Según el American College of Sports Medicine y la American Heart Association  se recomiendan:

  • Un mínimo de cinco días a la semana de ejercicio aeróbico de intensidad moderadade 30 minutos de duración o un mínimo de tres días de intensidad vigorosa de 20 minutos de duración. 
  • Un mínimo de dos días a la semana de entrenamiento de fuerza programado y secuenciado que incluya de 8 a 10 ejercicios de entre 10 y 15 repeticionesen una escala de esfuerzo percibido (RPE) de entre 5 y 8. 
  • Al menos dos días dedicados a la mejora de la movilidad articular mediante ejercicios de flexibilidad activos o pasivos manteniendo las posiciones entre 10 y 30 segundos. El yogaes una muy buena opción. 

En una escala del 0 al 10, intensidad moderada sería un 5-6 e intensidad vigorosa sería un 7-8.